Mañana tal vez tenga que sentarme frente a mis hijos y decirles que fuimos derrotados Pero no podría mirarlos a los ojos y decirles que hoy ellos viven así, porque yo no me animé a luchar. Mientras no se sepa la verdad, las heridas del pasado continuarán abiertas y sin cicatrizar ¡Despierta Chiapas!
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