miércoles, 6 de junio de 2012

VIDEOS MARCHA # YO SOY 132, SAN CRISTÓBAL DE LAS CASAS, CHIAPAS, MÉXICO. JUNIO 3, 2012





JUNIORS Y SU FARSA PROTESTA CIUDADANA NI UNIVERSITARIOS NI INTERESADOS


USARON A ESTUDIANTES DE PREPARATORIA
Juniors y su farsa de protesta ciudadana
Según ellos su causa es la paz, pero quienes los acompañaban aseguraron que fueron obligados a asistir
Marco Alvarado
5 Jun 2012 - 01:02
Tuxtla Gutiérrez, Chis.- El tiro les salió por la culata. Aprendices de luchadores sociales abandonaron a sus acarreados en plena “Marcha por la paz”, ayer en el Parque Central de esta ciudad.
Ante los cuestionamientos de la prensa, no les quedó más que salir corriendo y dejar con todo y pancartas a estudiantes de la preparatoria abierta “Colegio la Paz” a quienes sacaron de sus actividades “so pena de ser reprobados”.
El grupo de cinco hombres, de no más de 30 años de edad, no supo ni qué decir cuando arribaron a la plaza central, según ellos, para exigir que los partidos se comprometan con los jóvenes del estado.
Los “líderes”, de camisa blanca, mezclilla azul, lentes de sol y hablar estilo “pirruris”, encabezaron la marcha desde el lado poniente hasta el Parque Central acompañados de jóvenes de preparatoria, según ellos, estudiantes de “todas las universidades” preocupados por la inseguridad.
Aunque la farsa les duró varias cuadras, al llegar al parque fueron abordados por los reporteros para conocer qué era lo que pedían y si se trataba de alguna organización conocida.
“No, este…, nosotros convocamos en Facebook y Twitter, este, son chavos que están preocupados por todos los problemas que hay…” dijo el que se identificó como Marco Antonio Lavat Aguilar.
Escudado en sus lentes de sol, aseguró que los manifestantes eran universitarios “no somos porros, somos puros universitarios y venimos pidiendo la paz”.
—¿De qué universidad vienes tú?
—Yo estudié en la Balum Canán
—¿Son parte del movimiento 132 de universitarios del país?
—No, no. No tenemos nada qué ver, estamos por nuestro pueblo, no necesitamos logotipo, no queremos nombre…
Aunque apenas eran 30 personas, Lavat Aguilar se ufanó de que “más de mil chavos” estaban pidiendo por la paz, mismos que nunca le hicieron caso una vez se reunieron en torno a una planta generadora de luz donde conectaron una bocina y tocaron música disco.
NI SABÍAN A QUÉ IBAN
Es más, ni ellos mismos sabían a qué habían llegado, por ejemplo, este reportero les preguntó si acudían por los feminicidios, a lo que respondieron que no.
“Nos dijeron que teníamos que venir, pasaron en unos camiones y nos sacaron, los profes dijeron que si no veníamos iban a reprobarnos”, contestó Alicia González de 14 años, quien en su pancarta sólo escribió “queremos paz”.
—Entonces ¿Tú no eres universitaria como ellos dicen, los conoces?
—No. No, tampoco los conozco, te digo son chavos que llegaron y pues venimos…
Lavat insistía, junto con sus compañeros, en sostener su mentira: “Somos universitarios y preocupados por nuestros objetivos…”
—¿Por qué no salieron cuando se pidió el apoyo de los jóvenes por los feminicidios?
—Señor, es una organización reciente que surgió por los problemas y las problemáticas… (Sic).
Lo que empezó como una petición de paz, derivó en becas, vales de medicinas y más educación, totalmente contrario a lo que decían sus pancartas.
NI UNIVERSITARIOS NI INTERESADOS
José Manriquez fue claro, “nosotros venimos porque nos dijeron que nos iban a reprobar”, —¿Los convocaron en redes?, se le preguntó—, “A nosotros no, pasaron a la prepa y venimos.
—Pides por la paz ¿A qué te refieres?
—(Risas) pues a la calma… No sé, es que aquí estamos
—Dicen que vienen bastantes escuelas, pero sólo los vemos a ustedes y tienen uniforme ¿Los conoces?
—(Risas) Sí pues, es que, según ellos aquí íbamos a estar varios, pero nada, hay mucho sol, pero no sabemos quiénes son la verdad, son chavos pues…
Menores de edad utilizados, expuestos sin saber y engañados con que los llevarían a comer, en eso coincidieron varios de quienes por lo fuerte del calor, decidieron romper filas.
15 minutos después de su llegada, Marco Antonio Lavat Aguilar y sus amigos se escondieron de los reporteros en las jardineras. Después llamaron a los alumnos a la calle central, otros ayudaron a levantar las bocinas y la generadora de luz; ya no quisieron hablar cuando todo fue descubierto.
Sus verdaderas intenciones se desconocen, pero su discurso por la paz y la supuesta presencia de universitarios, fue una pifia que no supieron sostener.