sábado, 9 de junio de 2012

VIDEOS DE LA SEMANA SOBRE LA ALIANZA TELEVISA-PEÑA NIETO Y LOS PORROS DEL PRI ATACAN AL MOVIMIENTO #YOSOY132 EN ESTADIO AZTECA




REPRESIÓN AL MOVIMIENTO #YOSOY132 EN ESTADIO AZTECA FUERON PERSEGUIDOS Y AMEDRENTADOS POR ELEMENTOS DE SEGURIDAD Y ACARREADOS DE PEÑA NIETO


Protesta antipeñista en el estadio Azteca. Foto: Eduardo Miranda
Protesta antipeñista en el estadio Azteca.
Foto: Eduardo Miranda

Logra #YoSoy132 “meter gol” en el estadio Azteca







MÉXICO, D.F. (apro).- Desangelado comenzó el México-Guyana. Tarde-noche de viernes, tránsito a vuelta de rueda en Calzada de Tlalpan y un rival débil. Partido considerado de trámite en el inicio de la eliminatoria mundialista. Lo más atractivo: la expectativa de si la convocatoria en redes sociales para manifestarse contra el candidato del PRI a la Presidencia, Enrique Peña Nieto, tendría respuesta.
Ceremonia de los himnos nacionales sin contratiempos. El primer despeje de Ronson Williams, portero de Guyana, y el típico alarido de “puto” –sin Peña– al que convocaron los tuiteros. No habían pasado ni cinco minutos de juego cuando detrás de la portería de los visitantes, una pareja de jóvenes levantaron una cartulina roja en la que con letras negras se declararon peñanietistas y, a su lado, un grupo de adultos se animaron a levantar la suya color naranja, brillante también, a favor del candidato priista.
Elementos de seguridad privada del estadio Azteca no tardaron en llegar hasta ese lugar y les pidieron retirar las pancartas. De mala gana y protestando, todos doblaron sus cartulinas que luego les sirvieron para abanicarse o sentarse sobre ellas para no ensuciarse la ropa.
Minuto 16. Marcador 2-0 con goles de Salcido y Giovani, en los que nadie brincó ni se escuchó el anunciado “el que no brinque es Peña”. La afición aún sumida en la pereza, alegre sólo aplaudía a los jugadores, mientras lentamente en la tribuna norte, en lo más alto del estadio a un costado de la pantalla, se desplegó cual bandera una camiseta verde, gigante, imponente, con el número 132 en blanco y la palabra México en mayúsculas.
Unos cuantos muchachos la sostenían entre todas las tribunas de cemento, hasta ese momento vacías, pero que con el correr de los minutos se fue llenando de muchachos que dejaron sus asientos para irse a acomodar con los #YoSoy132 que así debutaron en el futbol mexicano.
Del lado derecho de la misma pantalla, momentos después se extendió una gigantesca manta blanca que mandó mensaje al candidato que ya se asume ganador de la próxima elección: “México no te quiere Peña Nieto”. Y como en operación hormiga, apenas la detectaron, la chaviza se movió hacia allá.
Primer tiempo silencioso que terminó sin camiseta gigante ni manta porque por más que los chavos las defendieron, las tuvieron que bajar. Varios elementos de seguridad privada del estadio, vestidos con camiseta naranjada fosforescente, los presionaron. En el resto del partido no pudieron volver a elevarlas.
Para el medio tiempo la afición cambió la modorra por el bullicio. En la esquina del lado izquierdo de la cabecera sur, un grupo de muchachos, hombres y mujeres, una de ellas con una playera de los Pumas, sentados, sin alharacas, levantaron una cartulina blanca con letras rojas “#YoSoy132” y quienes los rodeaban se llenaron de emoción.
Un hombre vestido de civil, con un radio de comunicación y quien se identificó como personal del Gobierno del Distrito Federal, con buenos modos se acercó a pedirles que guardaran la cartulina. “Es por su seguridad”, les dijo. “Los de acá arriba apoyan a Peña Nieto y los pueden agredir”. Los muchachos la bajaron un instante, sólo para volver a levantarla, con más fuerza estiraron los brazos y se subieron a las butacas.
Lograron llamar la atención de los curiosos que se acercaron a ver qué pasaba. Apenas se percataron que eran “los de YoSoy132” y se llamaban unos a otros, con las manos hacían señas a otros y los rodearon como si se tratara de su grupo de rock favorito.
“¡Puto Peña, puto Peña, puto Peña!”, lanzaron a grito pelado. Como en cascada, la tribuna contagiada se unió al coro. Los de al lado, los de arriba y los de más lejos. Se arrebataban la cartulina unos a otros para tomarse fotografías con sus smartphones, todos posando, el dedo arriba, la V de la victoria, la sonrisa de oreja a oreja, la felicidad absoluta y más del “¡puto Peña!”.
Pero el encanto lo rompieron los policías. Seis uniformados salieron de pronto de un túnel, presurosos y hostiles se acercaron a los muchachos, les jalaron su cartulina, los chavos la defendieron, el trozo blanco de aquí para allá, hasta que una oficial logró arrancárselas. Con odio y coraje, la hizo pelota delante de ellos y se retiró triunfadora con su bola de cartón. Se ganó un coro de “¡pinche represión, pinche represión!” de parte de  los muchachos que ya entre risas festejaban la travesura de haber alebrestado a muchos.
Durante todo el segundo tiempo, los aficionados no dejaron de llegar. Familias enteras, con niños y hasta abuelitos, aparecieron de forma inusual. Las gradas de preferente donde los boletos costaron más de mil 200 pesos terminaron abarrotadas. Las de 600 y 200 ni se diga. El estadio casi lleno ya para el final del partido con personas que seguían entrando cuando el árbitro casi pitó el último silbatazo.
En otra tribuna, aburrida ya del partido que para entonces los aztecas dominaban 3-1, una muchacha sacó de la bolsa trasera de su pantalón una hoja blanca con letras negras con el ya famoso dibujo del copete rodeado por un círculo cruzado por la mitad y la pregunta: “¿Sabes quién es en verdad Enrique Peña Nieto? Y la respuesta en miles de letritas por delante y detrás del volante firmado por el movimiento #YoSoy132.
Un reportero de Televisa se acercó a entrevistarla. Las preguntas no tardaron más de dos minutos. Las preguntas de rigor, que quién se lo dio y en dónde. Y los gritos de una joven “¡Fuera Televisa, fuera Televisa, fuera Televisa!” que le robaron la atención del partido a los futboleros y la concentración al comunicador que prefirió terminar la charla. Y luego, por fin “el que no brinque es Peña, el que no brinque es Peña” discreto que se extinguió por otro alarido cuando por poco México anota el cuarto gol.
Estadio casi lleno, aficionados que aplaudían hasta las manos resbalosas del portero mexicano Jesús Corona que escupió el balón en una jugada fácil, emocionados hacían olas y disfrutaban como si fuera su primera vez en un partido.
Para el final, los peñanietistas de la tribuna baja que habían guardado sus cartulinas, volvieron a sacarlas. Orgullosos, las alzaban ante la mirada de los policías y del personal de seguridad privada que se dieron por vencidos en su afán por quitárselas. De manera espontánea, los aficionados de la tribuna sur les gritaron “fuera Peña Nieto, fuera Peña Nieto” y se regodearon arrojándoles basura, vasos con refresco y cerveza, silbidos, mentadas y ecos de  “¡culeros, culeros!” que no cesaron hasta que, protegidos por la policía, tuvieron que abandonar el estadio antes de que terminara el partido.

DOCUMENTA THE GUARDIAN LA COLUSION TELEVISA PEÑA NIETO PARA DESPRESTIGIAR A AMLO


The Guardian destaca a EPN en su home.
The Guardian destaca a EPN en su home.

Publica The Guardian pagos de EPN a Televisa






MÉXICO, D.F. (apro).- Decenas de documentos “filtrados” vía computadora al periódico inglés The Guardian confirman que la empresa Televisa vendió un plan de acción a Enrique Peña Nieto para posicionarlo en sus programas de noticias y de espectáculos, al mismo tiempo que pactó con Vicente Fox en 2006 para atacar a Andrés Manuel López Obrador, candidato presidencial en ese año, a través de programas como El Privilegio de Mandar.
En un extenso reportaje, firmado por Jo Tuckman, se afirma que ambas estrategias fueron ideadas por Alejandro Quintero, vicepresidente de Comercialización de Televisa, a través de su empresa “pantalla” o broker, denominada Radar Servicios Especializados, tal como lo había documentado Proceso desde octubre de 2005, cuando se dio a conocer el “Plan de Acción 2005-2006” para encumbrar a Peña Nieto, a cambio de un convenio por 693 millones de pesos por ese primer año.
El reportaje también confirma que fue Yessica Delamadrid, a nombre de Radar Servicios Especializados, la responsable de ambas operaciones. The Guardian destaca que Delamadrid era amante de Peña Nieto en ese entonces. Ella tuvo un hijo con el exgobernador mexiquense que falleció a los meses de haber nacido, tal como ya reconoció el aspirante presidencial del PRI.
Lo novedoso en la serie de archivos de computadora que cita The Guardian –el mismo rotativo que inició el escándalo en contra de Rupert Murdoch, el magnate de News Corp- es la estrategia para torpedear la candidatura de Andrés Manuel López Obrador en el 2006, a través de programas populares como El Privilegio de Mandar, en donde se parodiaban a políticos y presentaban al exjefe de gobierno capitalino como “inepto”.
Uno de los documentos citados, escritos en Power Point, se titula “López Obrador no va a Ganar las elecciones de 2006”. Al parecer, anota el diario británico, fue creado el 4 de abril de 2005, horas después de que el presidente Vicente Fox sostuviera un encuentro con los directivos de Televisa y TV Azteca. Eran las fechas previas al desafuero en contra de López Obrador.
Los documentos incluyen pagos que sugieren que la oficina presidencial ocultó “gastos desorbitados” para la promoción en medios a través de una cuenta secreta.
Tuckman informa que se comunicó con Grupo Televisa, pero los directivos se negaron a aclarar cualquier relación con Radar Servicios Especializados, creada por Alejandro Quintero.
“Un portavoz se negó a comentar sobre las acusaciones sin ver los archivos. ‘No podemos dar una opinión acerca de información y/o documentos que desconocemos’”, dijo la fuente citada por The Guardian.
El reportero consultó también a Yessica Delamadrid quien consideró “falsos” estos documentos y aclaró que los proyectos de asesoría en mercadotecnia política que ella negoció no estaban sujetos a la venta de los contenidos de espacios informativos.
Sin embargo, anota el texto, muchos de los documentos enviados a The Guardian fueron “salvados” bajo el nombre de Yessica Delamadrid, “quien en ese tiempo fue empleada de Radar y amante de Peña Nieto”.
Sobre la estrategia para favorecer a Peña Nieto, los archivos incluyen tres documentos Excel titulados “Enrique Peña Nieto: Adelanto 2005-2006”. Detallan cerca de 200 reportajes, entrevistas y comentarios. El costo total de estos “servicios” fue de 346 millones 326 mil 750 pesos, incluyendo un “50 por ciento de descuento”.
El periódico entrevistó a David López, el jefe de Comunicación Social del gobierno de Peña Nieto durante su gobierno en el Estado de México (2005-2011), quien les dijo que “no existió ningún contrato de este tipo”.
“Todo los contratos de publicidad para las actividades de difusión del gobierno han sido transparentes”, a través de internet.
Salida de Alejandro Quintero, rumores en Televisa
La publicación de The Guardian coincide con los crecientes rumores en Grupo Televisa sobre la orden de “marginar” a Alejandro Quintero, vicepresidente de Comercialización, de la actual estrategia de relaciones políticas y de mercadotecnia con los candidatos presidenciales.
Quintero se convirtió en uno de los personajes más poderosos del equipo de Emilio Azcárraga Jean, pero no perteneció al grupo conocido como “los Cuatro Fantásticos”, donde están los amigos y principales ejecutivos de Azcárraga Jean: Alfonso de Angoitia, Bernardo Gómez y José Bastón.
Los rumores sobre la salida de Quintero coinciden también con la estrategia de Grupo Televisa para aminorar el impacto de las críticas que protagonizan los jóvenes del movimiento #YoSoy132, quienes han señalado que la principal empresa de comunicación y entretenimiento del país promueve la campaña de Peña Nieto.